CASTAÑADA

La Casa de Melilla en Almería, su piso bajo, conocido como Chiringuito, abrió sus puertas en la mítica y mágica noche de don Juan Tenorio, que no de “Haloween” para acoger a sus socios y obsequiarles con una “castañada”, regada con anís.

La noche, una noche otoñal pero “primaveral”, comenzó sobre las ocho, cuando empezaron a llegar los socios, que abarrotaron el local, pues fueron más de ochenta personas las que se dieron cita en él.

Como antesala se empezó con las frescas cervezas y el buen vino de la provincia almeriense, en este caso de Lúcar, acompañado de las tapas que el grupo de cocineras de la Casa ya tenía preparadas.

Acabada con lo que podríamos llamar cena, se dio paso a las castañas y el anís, regalo de la Casa a sus socios. Se gastaron más de quince kilos de castaña y cinco botellas del licor.

A continuación se sorteó un surtido navideño de una peculiar forma, se jugó una partida de lotería, bingo, con un programa informático, en la que el cantador de línea, tenía como premio una tableta de turrón y una botella de sidra, y el del bingo un lote de mantecados y tres botellas de licores, premios que recayeron, respectivamente en María Isabel Lema y en Salvadora Sanchez, a los que les entregaron sus obsequios, Lola Ruiz, la presidenta y José Aranda, el Vocal de Ocio.

Y ya, y como algo no previsto en el programa, se comunicó a los asistentes que, dado que el cantaor almeriense, Juan Montoya, quien ya obtuviese un gran éxito en su actuación en la Casa, con motivo de la pasada “noche flamenca”, se encontraba allí especialmente invitado, se le había “atracado” y “obligado” a cantar. Juan, amigo personal de algunos directivos y socios, no opuso ninguna resistencia convirtiéndose así en la actuación estelar de la noche, deleitando a los asistentes con varias de sus canciones, lo que le valió, finalmente un fuerte aplauso y un nuevo éxito cosechado en su dilatada carrera como cantaor flamenco.

La noche, la noche de Zorrilla, continuó en el Zapillo almeriense, hasta que marcando el reloj muchos minutos más de la una de la madrugada, los más trasnochadores abandonaron las instalaciones de esta embajada melillense en Almería.

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